INICIO

Gallos RD y Mundo 4

La primera jugada de gallos tuvo lugar en el año 1538 en el jardín El Martinete.-

De las muchas diversiones que existían en la Lima colonial, una que adquirió relativa relevancia durante esos años fue la jugada de gallos. Esta actividad, implantada a inicios de la Conquista, recorrería toda la colonia y sería instaurada como juego oficial con muchos aficionados. La primera jugada de gallos tuvo lugar en el año 1538 en el jardín El Martinete (propiedad del conquistador español Francisco Pizarro). Desde entonces, en su propiedad éste realizó sus jugadas todos los lunes por las mañanas.

Las jugadas de gallos departían grandes montos en apuestas que serían disputadas por gente de mucha riqueza; llegando a costar los gallos hasta 500 pesos de plata (suma importante para la época). Se sabe que casi todos los virreyes eran tan aficionados a los toros como a los gallos, destacando en la diversión de gallos el conde de Nieva, el marqués de cañete, el marqués de Mancera, don Manuel de Amat y el virrey Avilés.

Los lugares en donde se realizaban las peleas de gallos se llamaban circos y ya en los siglos XVIII y XIX no había lugar donde no existiera criaderos de gallos de pelea. Los circos atraían tanto a españoles como a criollos, casi no existen pruebas que indígenas gusten de dicha diversión. La implatanción de circos en los diversos lugares de Lima estaban autorizadas únicamente en días festivos y en ocasiones excepcionales días de semana.
Como no todos gustaban de estas sangriendas batallas, ya en el siglo XIX con la independencia, el general don José de San Martín abolió las peleas de gallo. Sin embargo, esta prohibición se quebró unos años después. Así pues, la vida activa de los limeños de aquellos años estuvo rodeada de esta diversión.
Fuente :letrashistoricas.blogspot.com

Las Antiguas Peleas De Gallos

En tiempos anteriores al euro, sabemos de algunos que se llegaron a vender en mil quinientas pesetas e incluso algo más.-

Prácticamente, las peleas o riñas de gallos, hoy por hoy, están prohibidas en casi toda España, siendo tal vez Andalucía la región donde más tolerancia exista, respecto a un espectáculo que termina, generalmente, con la muerte de uno de los contendientes, que automáticamente va a parar a la cazuela.. Pese a las modernas prohibiciones, las riñas de gallos tienen un origen antiquísimo, diciéndose que fueron los españoles quienes la llevaron a Hispanoamérica, donde arraigó con bastante fuerza; especialmente en Méjico, Venezuela y Cuba; y también en Filipina, en cuya capital, Manila, existen varios circos gallísticos, a los que los numerosos aficionados suelen acudir andando, recorriendo para ello grandes distancias.

En muchos de esos lugares a estos animales se les llama «gallos jerezanos», debido a la enorme fama que nuestra ciudad tuvo en tiempos pasados como criadero de los mejores; aunque aquí se les haya conocido siempre como «gallos ingleses», procedan o no de Inglaterra, donde las riñas tienen también una larga historia. La cuestión es que estos gallos son por naturaleza reñidores y sus criadores lo único que hacen es alimentarlos y prepararlos para que puedan intervenir en las riñas que se desarrollan en pequeños circos, donde los aficionados cruzan sus apuestas.

El proceso del gallo, desde que nace hasta que se le lleva al reñidero, para que participe en un combate con otro de su misma especie, comienza con su crianza en campo abierto, y cuando cumple los ocho meses, al entrar en celo se le lleva entonces a la gallera, para que allí se le vacune contra posibles enfermedades y a los dos o tres meses de esta operación, se le somete al descrestado, afeitado y corte de mejillas. Cuando cicatriza de las heridas producidas por esta necesaria operación, se le pela por determinados sitios y en seguida se le empieza a entrenar. Actividad esta que viene a durar de veinte a treinta días, según sea la calidad del gallo. Pasado ese tiempo, el gallo ya estará apto para la riña.

Estos animales, una vez metidos en lucha, no miran nunca a su contrincante. Se defienden por propio instinto de conservación. Por eso no se le puede dejar vivir en colectividad y hay que separarlo de los demás de su misma especie, antes de cumplir los nueve meses de edad. Caso contrario, entran en celo y se atacan entre si, mortalmente.

Un buen gallo de pelea suele costar bastante caro. En tiempos anteriores al euro, sabemos de algunos que se llegaron a vender en mil quinientas pesetas e incluso algo más. En el año 1933 hubo uno de los conocidos como «giro gallino», que fue vendido por sus criadores, los hermanos Ortega, al presidente de Venezuela, gran aficionado, en mil quinientos bolívares; mil pesetas al cambio de la época, más o menos.

Además de los hermanos Ortega, hubo otros muchos criadores que se hicieron famosos con la fina y cuidada preparación de sus productos, muchos de los cuales encontraban en los países sudamericanos su mejor mercado. Nombres conocidos entre los aficionados fueron los de Ignacio el de la Fundición, José Castrelo, el preparador Manuel Rosa, Paco Prida y Juan Padilla; además de los criadores Arellano, Chacón Molina, Barrera, Paco Muñoz, Barrios y el célebre Chico Moreno. Este último viajaba continuamente a tierras Americanas a vender sus famosos gallos.

Fueron muchos, también los aristócratas y conocidos personajes jerezanos que, en el Jerez de mediados del siglo XX, llegaron a interesarse vivamente por la afición gallística, poseyendo incluso algunos de ellos, galleras propias. Entre éstos, el duque de San Lorenzo, que la tenía abierta a los aficionados, dentro del real Alcázar, del que fuera su último alcaide. Otros destacados aficionados fueron el conde de Cañete del Pinar, don Guillermo López de la Cámara y el famoso cirujano don Fermín Aranda, a quienes se les podía ver, con frecuencia en las funciones de los distintos reñideros que hubo en Jerez. Y en sitios como los antiguos bares «La Mezquita» de la calle Algarve, y «Los Gabrieles», de la Lancería, solían reunirse numerosos aficionados, así como en las tascas y tabancos de La Plazuela – especialmente en el tabanco llamado de los burros – y en otros lugares de la calle Empedrada y barrio de San Pedro, donde las tertulias gallísticas solían ser muy frecuentadas por entendidos. Hubo, incluso, una Sociedad Jerezana de Criadores de Gallos de Pelea, fundada para el fomento de dichas riñas.

Reñideros viejos hubo varios. El más conocido de todos el llamado «El Embrujo», en la calle de la Liebre, abierto cuando desapareció el del Alcázar, y que nosotros llegamos a conocer y a visitar, en ocasión de un reportaje para el semanario «Dígame». Aquí se celebraban riñas dos veces por semana, y alrededor de más de medio centenar de vistas o funciones, cada temporada; que empezaba a finales de año y terminaban al comenzar el verano del año siguiente; consistente cada función entre diez a quince combates, con nutrida asistencia de aficionados que llenaban por completo los pequeños graderíos del circo, cruzándose numerosas apuestas.

Otros reñideros muy populares que existieron en Jerez, a finales del siglo XIX y principios del XX, fueron los denominados «Reñidero Viejo» de la calle Porvenir y el de la plaza Belén, frente a la antigua Cárcel. Hubo también otro en la calle Algarve, llamado «Círculo Gallístico», pero más conocido por el vulgo, como el «Reñidero de los Señoritos». Y hasta se decía que hubo otro reñidero, en la calle Consistorio, frente al propio Ayuntamiento.

Según el reglamento de la sociedad propietaria de «El Embrujo», los combates duraban treinta y cinco minutos, si eran gallos los contendientes; pero solo treinta minutos si éstos eran clasificados como «jacas», así llamados los que poseen puyas largas. Antes de empezar el combate se pesa a los combatientes, en libras y onzas y milímetros de puyas. Al coincidir dos de iguales características, se conciertan las riñas que comienzan con una apuesta obligatoria entre ambos propietarios.

Una de las más famosas apuestas, según viejos galleros, tuvo lugar en el antiguo Circo Gallístico del Real Alcázar – situado a la entrada de la calle de las Armas, a la derecha, donde hubo luego un garaje – y fue de cin co mil pesetas a tres mil. Es decir de «mil duros a doce», según el argot de los aficionados; entre un hermoso ejemplar de la gallera célebre de Prida, llamado «Bombín», contra otro, también muy valiente de un conocido gallero de Cádiz. Esto sería sobre los años veinte del pasado siglo. Después de la emocionante pelea entre los dos gallos, la riña quedó en tablas.

Fuente: http://www.diariodejerez.es/article/jerez/910339/las/antiguas/peleas/gallos.html

Una Tradición De 150 Años

Fue en 1975 cuando más de 500 personas acudieron al combate nacional en Burriana.-

Un combate al que acudían niños en Burriana. MEDITERRÁNEO

Familias con niños acudían cada tarde de domingo a presenciar un combate a muerte entre gallos. Localidades como Burriana, Almassora, Onda, Vila-real o la capital de la Plana fueron reclamo de estas peleas que comenzaron hace ahora 150 años, cuando un cura andaluz trajo la afición a la provincia. Fue a principios de los 80 cuando esta actividad pasó de la legalidad a la ilegalidad. El burrianense Francisco Sorolla, nieto de un conocido criador e hijo de Joaquín Sorolla –presidente de la Asociación Nacional de Gallos de Pelea– recordaba ayer a Mediterráneo que los castellonenses “tocaron la gloria”. “Nos convertimos en campeones de España en peleas de gallos”, narraba con gran entusiasmo.

Francisco, de 64 años, detalló que en su juventud llegó a preparar a 80 gallos. “Cada uno en sus jaulas, entonces yo les daba de comer yema de huevo y miel con polen…”, explicaba. Este burrianense detalló que hace 40 años Burriana “tenía el reñidero más famoso de España, con más de 200 socios, unos del bando liberal y otros del republicano. Entonces las peleas eran una afición sana donde los animales se batían por instinto”, destacó.

Francisco añadió que junto a otro criador, Pedro Nieto, recorrieron con sus gallos “media España: Barcelona, Madrid, Avilés… fuimos a infinidad de combates”. Nostalgia le produjo recordar a Hipólito Beltrán, “un gran criador de Castellón”.

Fue en 1975 cuando más de 500 personas acudieron al combate nacional en Burriana. “La calle La Gallera es una muestra de nuestro pasado de afición a las peleas”, concluyó Francisco Sorolla.

fuente: http://www.elperiodicomediterraneo.com

Gallos Finos

Recientemente comenzó su temporada de gallos 2011.-

La finca Alcona perteneciente a la Empresa de Flora y Fauna de Cuba, recientemente comenzó su temporada de gallos 2011.

A este centro enclavado en el municipio Arroyo Naranjo en Managua acuden galleros afiliados a este centro, cumplimentando las reglamentaciones existentes para los topes de estas aves. Aquí existe un centro de recría donde pueden adquirir gallos para su exportación, posee restaurantes de comidas criollas y podrá apreciar canta autores de música tradicional campesina.

Fuente: http://albertoborrego.blogspot.com

Los Mejores Gallos Del Mundo‏

Este concepto es muy propio de nuestros paises y enciende siempre la chispa del orgullo nacional.-

Teniendo en cuenta los reconocidos castadores internacionales presentes en el campeonato internacional de Guayaquil, la contundente victoria de los equipos colombianos en el internacional ecuatoriano no ha recibido el merecido elogio de su excelente victoria.   Entre los siete (7) primeros lugares del campeonato clasificaron cuatro (4) frentes colombianos.   El gran campeón La Selva de los hermanos Abadía con dos frentes; representantes de los excelentes gallos del Valle del Cauca, Luis Alberto
Lora imagen natural de la gran afición de la Costa Atlántica y el frente de los hermanos Mafioli reconocidos en todo el territorio de Colombia por exhibir siempre ejemplares de primera línea.

Tropicalmente, cada país antillano, mexicano, centroamericano o suramericano afirman tener los mejores gallos del mundo.   Este concepto es muy propio de nuestros paises y enciende siempre la chispa del orgullo nacional.

Sin descartar que hay algunas líneas de gallos que son muy superiores a otras, en mi
entender, los resultados de los combates obedecen fundamentalmente al estado de acondicionamiento optimo alcanzado por los ejemplares ganadores, un fenómeno conocido en las competencias hípicas internacionales y que genéticamente se conoce como efecto medioambiente temporal (Et) y que se define como:  ´´un efecto medioambiental que influencia un triunfo individual de performance de un ejemplar, pero que no afecta permanentemente el efecto potencial del performance del competidor.´´

Por esta razón es que las líneas reconocidas de gran calidad acompañadas de dedicados acondicionadores están presentes casi siempre en la pelea e cualquier competencia nacional o internacional.

De grata recordación para Colombia es el Sr. Hernando Lazo Q.E.P.D. el acondicionador más exitoso de todos los tiempos, una persona que entendía los requerimientos individuales que cada gladiador emplumado le insinuaba y con este mensaje que recibía de cada gallo, presentaba siempre en el redondel ejemplares tremendamente bien acondicionados que eran casi imposibles de vencer.

Martin Cabrera
Bogotá – Colombia

Pícalo Gallo.-

Ángel Núñez
nunez_marti@yahoo.com

La conducta de este animal siempre ha sido motivo de polémicas entre sus  defensores y detractores. El instinto agresivo y violento del gallo de pelea da margen a crear antagónicas interpretaciones.  Si partimos de la premisa que existen pocas verdades universales,  categorizar que  las peleas de gallos son una actividad poco civilizada seria una opinión muy personal y no una verdad absoluta. Resulta interesante ubicar dicha actividad en la vida social de los pueblos catalogado como: Entretenimiento, Pasatiempo, Juego o  Deporte.

En Puerto Rico se practica esta actividad desde los  tiempos de la  colonización española y está muy arraigada en la cultura de nuestra isla. Ha sido y es fuente de inspiración para compositores y  artistas de la pintura y la artesanía. Su presencia se ha dejado sentir en la literatura, la historia y el folklor popular. Son muchas las frases del léxico gallístico que el pueblo  ha adoptado como refranes o frases cotidianas.   Equipos deportivos  e  instituciones educativas llevan el nombre o emblema del gallo de pelea.

En Puerto Rico tiene tanto arraigo que se le ha bautizado con diferentes nombres. Usado por muchos es “El Deporte Del Pico Y Las Espuelas”. Estas dos armas son pieza clave en el desarrollo y resultado de un combate entre estos  gladiadores emplumados. Aunque algunas personas no lo acepte el gallo es programado por la naturaleza para pelear. No son mascotas hogareñas.  Traen el instinto violento de pelear y vienen equipados con las armas de combate que son sus espuelas. No las tienen de adorno ni tienen otra función que no sea la de herir a su adversario. La picada y el espuelazo son los factores que hacen la diferencia entre ganar  o perder.  Para que un gallo pueda herir con sus espuelas a su retador es necesario tener un pico fuerte y saludable. La picada es el punto de apoyo usado por el gallo para  lograr la puntería necesaria   en el uso  sus armas de combate. Un gallo con defectos o mutilaciones en el pico o en  sus espuelas en la mayoría de los casos   lo incapacita para convertirse en un potencial campeón.

Muchos lo catalogan como “El Deporte Nacional De Puerto Rico” por ser uno de los de mayor antigüedad en la isla y sin lugar a duda el de mayor asistencia en la actualidad. Es una actividad donde no se discrimina por edad, sexo, nacionalidad o cualquier otra consideración social.    Participan desde niños hasta ancianos y en las últimas décadas  la mujer  se ha integrado a este mundo  tradicionalmente dominado por el sexo masculino. De igual manera en los eventos gallísticos participan e  interactúan todas las clases sociales del país. Cada puertorriqueño tiene un familiar o amigo ligado a este deporte. Al igual que la bandera,  el escudo y el coquí el gallo de pelea es símbolo de nuestra identidad nacional.  Así  se hizo constar cuando nuestra reina de belleza Denisse Quiñones lo utilizo como símbolo patrio en el desfile de trajes típicos en el concurso de Miss Universe. Nuestro gallo de pelea fue visto por millones de personas  alrededor del mundo en este evento  internacional y tal vez aporto algo  a que obtuviera el titulo de reina del universo.

Por virtud de la ley 98 del 30 de junio de 2007 “Ley de Gallos de Puerto Rico del Nuevo Milenio”  las Peleas  de Gallos han sido reconocidas por una ley estatal  como el único” Deporte Cultural” de la isla.

Sin lugar a duda esta actividad está estrechamente ligada a la historia y la cultura de nuestro país y de muchos otros  donde se practica. Cuando los actuales deportes y entretenimientos  llegaron a nuestra isla las peleas de gallos ya eran centenarias y  con raíces profundas en la vida social y cultural de nuestra nación. Ni las prohibiciones legales que en el pasado ha sido víctima,  ni el advenimiento de nuevos estilos de vidas han podido socavar el arraigo que esta tradición tiene en el corazón de miles de puertorriqueños. Por el contrario, hoy es una de las industrias más solidas de la isla generando miles de empleo e inyectando millones de dólares a la economía local.  Esto a pesar de no contar  con  el respaldo del gobierno  y sin las ayudas y subsidios que reciben otros deportes del  gobierno estatal,  los  municipios y el patrocinio de poderosas empresas privadas.

También denominado como “Deporte de Caballeros”.  Este nombre no responde necesariamente  a que son los hombres quienes tradicionalmente  lo han practicado y dominado sino por el sistema de pactar las apuestas. Los apostadores  hacen sus jugadas verbalmente y son cumplidas según lo acordado sin ningún tipo de evidencia escrita, testigos o boletos. La palabra empeñada es un compromiso de caballero que finalizada la pelea se cobra o se paga sin intervención de nada ni de nadie. La cultura gallística exige el fiel cumplimiento de esta tradición. Quien no lo haga sabe que recibirá el descredito y rechazo de la comunidad gallística y se estaría auto eliminándo de participar en  las jugadas y eventos relacionados.  En momentos como los que vivimos que hacer una  promesa y no cumplirla es la orden del día y en eso nuestros honorables políticos dan cátedra, la conducta del deportista de gallos es ejemplo a emular por todos los sectores de la sociedad.

A pesar que la crisis económica, la pérdida de valores, el deterioro de los principios sociales, morales y familiares que ha sufrido nuestro país y gran parte del mundo  en las últimas décadas, la actividad gallística  conserva muchos elementos de los  que cultivaron y heredamos de   nuestros  abuelos y  que caracterizo la añorada sociedad puertorriqueña del pasado .   El Deporte de Gallos con sus defectos y virtudes ha jugado un papel importante en la identificación cultural y nacional de los que hemos nacido y amamos  esta tierra.

Nos preocupa la manera en que  algunos de nuestros compatriotas de los medios de comunicación, políticos y ciudadanos particulares  asumen posiciones sobre este polémico tema sin tener los elementos necesarios para hacer un análisis objetivo y poder llegar a conclusiones basadas en realidades y no en teorías.

“RASGOS DE NUESTRA CULTURA GALLISTICA”

Por  Manuel Urbano- Venezuela.-

Continuando con este tema, en esta oportunidad me referiré a cuatro rasgos más de nuestras tradiciones: sistema de jaulas, duración de las peleas, diurnidad de las mismas y tusado.

SISTEMA DE JAULAS.-   “Al saco o a la vista”; “a punta y cola”; “a media vara”, son expresiones que desaparecieron de nuestro léxico gallístico hace ya bastante tiempo y quizás sean extrañas para las nuevas generaciones de galleros o, si las han escuchado, lo más probable es que haya sido a través de algún ascendente lejano.
De acuerdo con los registros históricos en posesión de este cronista, el sistema de jaulas empieza en 1958, lo que indica que por alrededor de 130 años, las riñas se llevaban a cabo a través de los jugadores o coleadores, tomando como punto de partida de esta  cronología el Reglamento de 1828. A lo mejor esta modalidad no fue uniforme en todo el país, puesto que de recuerdos que he rescatado de la memoria, me acuerdo que presencié peleas con coleadores, estamos hablando del año 1964 o 1965, cuando di mis primeros pasos en las lides galleriles. Estos coleadores eran verdaderos expertos en sus labores y eran solicitados por muchos galleros para que le colearan sus gallos, algo parecido a lo que aconteció con los armadores de espuelas de carey más recientemente. Por considerarlo ilustrativo, les copio textualmente un artículo del reglamento de 1958, elaborado  por Luis Márquez:
Artículo 14.-“………..Para el desenvolvimiento de los combates, habrá colgada una jaula de dos compartimientos con una separación de diez pulgadas, en donde el Juez y su auxiliar depositarán los gallos que van a enfrentarse…………..”

En los reglamentos de 1828, 1844, 1866 y 1886, no conseguí referencia alguna al sistema de jaulas. El artículo 35 del reglamento aprobado en la Convención de Carora en 1961, dice textualmente: “Los combates serán por el sistema de jaulas”. Lo anterior nos indica que el sistema de jaulas data de 52 años atrás y se ha consolidado en nuestras costumbres. En el Gallístico Maturín, tienen un sistema doble de jaulas: una para las peleas y otra para los reconocimientos; las primeras están colocadas a los extremos de la valla y permiten que los combatientes estén alejados y puedan verse a cierta distancia, lográndose de esta forma que puedan acometerse de frente; las segundas, son las jaulas dobles normales que se usan para los reconocimientos de ley. También en Sabana Libre, Trujillo usan un sistema bastante bueno, aún cuando las jaulas no están tan separadas.

DURACION DE LAS PELEAS.- La duración de las peleas en el país se han caracterizado por ser de largo aliento, lo cual ha cambiado en tiempos recientes; de ahí que expresiones como gallos del barrial o gallos de barro y machete, han desparecido de nuestro léxico también. El reglamento que poseo del año 1844 estipula en el Artículo 10 que las peleas serán de 40 minutos, sin embargo, en los reglamentos de 1866 y 1886, establecen que las peleas pueden ser hasta de una hora; el reglamento de 1828 no hace referencia alguna a la duración de las peleas.

Si tomamos la referencia del reglamento de 1997, en el cual se establece el tiempo de duración de las pelas en 30 minutos, se tiene que por más de 150 años las riñas fueron a 40 minutos. A principios de este siglo XXI, se acortó el tiempo a 20 minutos, lo que es indicativo de que en los últimos 15 o 20 años, la duración de los combates fue reducida en 20 minutos, o sea, un 50%. Y ya se está hablando de jugar en 15 minutos, lo cual ya se ha llevado a efecto en algunos campeonatos especiales.

Muchos galleros y criadores transitados en el reloj biológico están en desacuerdo que se siga rebajando el tiempo de los combates, así lo reflejó también la encuesta que se realizó para la actualización del reglamento nacional. Considero que se debe dejar el tiempo de 20 minutos y para campeonatos especiales se juegue a 15 minutos, lo cual debe ser informado con anterioridad por los organizadores de estos eventos.

Para concluir con este tema, este cronista nunca entendió el porqué de que si las peleas duraban 40 o 30 minutos, al llegar a los 39 o 29 minutos, el juez procedía a meter a los gallos en la jaula, ya que si una pelea dura 30 minutos, deben ser 30 minutos exactos, o 20 como en la actualidad. Esto lo he consultado con muchos jueces y galleros más veteranos, pero nunca recibí una respuesta satisfactoria. Quizás la respuesta esté en le artículo 20 del reglamento de 1958, el cual copio: “ Si los gallos llegasen a los treinta y nueve minutos peleando, el Juez dirá en voz alta: ¡Prueba! Y cumplidos los 40 minutos los reconocerá para sentencia. En el transcurso de este minuto los galleros podrán auxiliar a sus ejemplares, entendiéndose que los únicos auxilios permitidos son: el agua para refrescarlos; las tijeras para cortar los párpados o la punta de la cola;  el paño para enjugar la sangre de las heridas; la pluma para limpiar la garganta; dar calor con el aliento al gallo, pellizcarlo, gorjearlo, animarlo en todo para despertarlo y estimular su impulso combativo; pero nunca pasarle la lengua por los ojos, con ánimo de limpiárselos, ni menos chuparle las heridas. Vencido el tiempo reglamentario, el Juez dirá: ¡Fuera los galleros!, y de seguidas entrará con el gallo careador a reconocer, y dará un veredicto”. Pero fíjense que este minuto era usado para las labores antes señaladas, no para que esperaran un minuto en la jaula. Es de destacar que en la época de los coleadores, se permitía este tipo de auxilios a los gallos, por lo que no se justifica en la actualidad que se usen 19 minutos, deben ser 20 minutos exactos.

DIURNIDAD DE LAS PELEAS.- En días pasados comentaba un aficionado que el gallo de riña es un animal diurno y, por lo tanto, se debería volver a las jugadas matinales, a fin de no afectarlos en su combativa. Ciertamente, el gallo es un ave mítica que anuncia el alba y también la llegada de las sombras, la noche. También es cierto que en épocas pasadas, quizás no muy lejanas, las riñas se realizaban en horario diurno y esta tradición aún se mantiene en poblaciones pequeñas y dedicadas a actividades agropecuarias los días domingos.

El crecimiento poblacional aunado a la movilidad social y el progreso del país, cambiaron esta tradición de jugadas diurnas, a unos horarios más ajustados a las necesidades de los galleros y a los nuevos tiempos. Es una consecuencia de los cambios que experimentamos y debemos adaptarnos a ellos. De allí que las jugadas nocturnas se han adentrado en nuestras costumbres, pero a pesar de que el gallo es una ave diurna, están en igualdad de condiciones para el combate en estos horarios. En estos tiempos lo que atenta contra las jugadas diurnas y nocturnas, es la inseguridad rampante en el país. Lo importante es que los organizadores de las partidas anuncien con antelación la hora del pesaje y comienzo de las peleas.

TUSADO DE LOS GALLOS.-
En este aspecto, la memoria no me traiciona; recuerdo perfectamente cuando me pagaban dos bolívares de plata por tusar un gallo. La pluma era cortada casi a ras del pescuezo del  gallo, tal como aún acostumbran en las Islas Canarias. Creo que esta modalidad duró hasta finales de los años 70 y principios de los 80, puesto que en el reglamento de 1969, todavía se hablaba de cortar la pluma a un centímetro de la pile. Luego vino la era de dejar una golilla de 5 centímetros, lo cual es más lógico, a fin de lograr una igualdad en las peleas, aparte de que los gallos presentan una mayor elegancia.

Mitos y realidades del Deporte de Gallos freisy 16463
12 Un Pueblo. Un Domingo. Una Gallera freisy 11037
13 LOS AFGANOS Y LAS PELEAS DE GALLOS freisy 7902
14 LOS GALLOS Y LA ETERNIDAD freisy 9806
15 ¿Las peleas de gallos son patrimonio cultural de Bogotá? freisy 16057
16 Buscan dignificar peleas de gallos freisy 9558
17 El Perú en busca de la supremacía de las peleas de gallos freisy 19131
18 Peleas de gallos toman fuerza en Pakistán freisy 12247
19 Peleas de gallos ganan popularidad por ser reconocidas como derecho cultural freisy 6302

Entradas recientes

Más entradas